Ya, aquí estamos igual que siempre, triste, exagerando, haciendo nada.
Iba a escribir sobre la felicidad pero no tengo nada que decir. Era algo bastante vacío.
Cuantas veces al día quiero sentirme mal, o cuantas veces me gustaría que mi vida fuera distinta. Obviamente alguien te dice que para que quieres cambiar tu vida, si en realidad ya tienes todo lo que necesitas y no te falta nada. Nada. O eso es lo que creen.
Esa es la razón por la que nunca digo que estoy triste. Y también porque no quiero explicar porque estoy triste.
Al final de una conversación de ese tipo no tengo idea que decir y termino encontrándoles la razón. O no digo nada porque para mi es difícil expresarme.
Borre todas mi entradas anteriores porque eran una mentira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario